¿Quienes somos?
Somos la Iglesia Evangelica del Monte
Nuestra Iglesia nace el 14 de Septiembre de 1977 de una manera genuina en el mover de Dios y de su Espíritu Santo, en medio de un grupo de jóvenes y adolescentes.
La Iglesia del Monte es una Entidad Cristiana formada por varias Iglesias Evangélicas (Lugares de Culto), repartidas por la provincia de Málaga. Nuestra inquietud es la Fe y la vida cristiana dedicada a Dios por completo a través de sus mandamientos de amor a Dios y al Prójimo, y el anhelo de materializar la encomienda que nos dejó nuestro Señor Jesucristo de “Id a predicar las buenas nuevas de salvación y haced discípulos”, a través de la ministración, la unción y la guía, del Espíritu Santo.
Conoce nuestra historia
La Iglesia del Monte fue fundada en la provincia de Málaga en 1977, fecha en la que un grupo de jóvenes católicos, de comunión diaria, tuvieron un encuentro personal con Jesucristo un día de vigilia junto al sagrario de su parroquia.
A partir de aquella impactante experiencia espiritual, aquellos jóvenes comenzaron a leer las Sagradas Escrituras, y se dieron cuenta de que lo que se les habían enseñado en la iglesia estaba lejos de lo que la Biblia decía, y que la iglesia se había convertido en un estado, en una gran multinacional, con muchísimas riquezas, grandes museos y grandes templos, pero muy pobre espiritualmente.
Por esta causa aquellos jóvenes salieron de la institución católica, con ilusión de vivir un evangelio más genuino y comenzaron a reunirse en un monte de las cercanías.
Por este motivo, el resto de los creyentes de la ciudad comenzaron a llamarlos los hermanos del Monte.
Pasado algún tiempo, nos dimos cuenta de que los hermanos evangélicos estaban muy cerca de lo que leíamos en la Biblia.
Ven a nuestra iglesia
40 años después, aquellos jóvenes permanecen sirviendo a Dios, y su trabajo ha dado como fruto iglesias estables que van extendiéndose por toda la provincia de Málaga.
Si no te reúnes en ningún lugar y quieres saber más de Cristo, ¡ven y conócenos!; seguro que te vas a sentir muy cómodo y bendecido, tú y tu familia.
Sentiréis el amor de Dios y la presencia del Espíritu Santo.
